sábado, 13 de septiembre de 2008

Unos sargos por Galicia




Llevo una temporada que, entre que no suelo andar por casa y por otra estoy muy vago, no me decidí a escribir nada,

Esta jornada coincidíó en un fín de semana que me fuí con la parienta por Galicia, ya se sabe, la pesca es distinta que cuando vamos con amigos, ya que hay que estar pendientes de ellas y no dejarlas demasiado tiempo solas, aparte de los horarios que tienen que ser diurnos y todas esas cosas que sabemos todos...

El día que pesqué como hacía bueno, mientras ella tomaba el sol, yo aproveché para echar unes varadines. Los dos contentos, ella tomó el sol y yo tomé contacto con doña escama....





Zona donde cogí el cebo, a base de levantar piedras y sudar como un enano. Cada día me cuesta más (los años y la espalda no perdonan). Además esto de comprar cebo en las tiendas se está poniendo imposible por los precios.


El lugar de pesca elegido no fué fácil ya que había un nordeste muy fuerte que no dejaba pescar. Después de mirar en muchos sitios, me decidí por este ya que el viento, aunque fuerte, ´me entraba justo de espalda, con lo que el sedal no se me me movía a los lados. Lancé a una poza de arena que estaba entre piedras, con lo cual el exceso de mar frenaba algo y mantenía la misma con la espuma suficiente para intentar la pesca.
El aparejo como casi siempre que pesco a fondo en estas condiciones, linea madre del 0,45 y bajo del 0,40 de 1 metro, con plomo de pera de 125 grs. y anzuelo mustad 505 1/0.



Este sargo fué el mas grande y pesó 1,400 bastante peleón, menos mal que tenía la caña en la mano, porque enseguida se tiró a unas piedras laterales para intentar partir el sedal, pero pude aguantarlo y al final lo saqué.




El resultado final de la pesca, ya en casa y listo el pescado para limpiar y desescamar, labor que en la mayoría de los casos que conozco, nos corresponde a nosotros. No sé por qué, pero todas las parientas de pescadores, no quieren saber nada de limpiar el pescado. A mi personalmente me gusta, para saber con qué se han cebado ultimamente.





viernes, 28 de marzo de 2008

DEL ARENAL DE MORIS A LA PLAYA DE BECIELLA


Playa de Beciella, en bajamar, totalmente descarnada.


Cantiles y pedreros. Al fondo, la Punta de Atalayas. Más al fondo, Lastres



Punta Escalar. En la zona izquierda del arenal.


Playa del Arenal de Morís (Caravia) casi en pleamar.
Partiendo del Arenal de Morís en dirección oeste y la Playa de Beciella, en el Concejo de Caravia, transcurre una senda costera muy interesanta, tanto para el disfrute del paseo, con la Sierra del Sueve a nuestra izquierda, como para practicar la pesca.
Se puede tentar a las llobas con señuelos por las puntas de Atalayas y Escalar. Tambien hay sitios para calar a boya a los sargos. A fondo, se puede pescar en el Arenal, cuando la mar lo permite, pues se trata de playa abierta y expuesta a corrientes.
El marisqueo de oricios, en epocas invernales se suele practicar, pero cuidado con no excedernos con los cupos, ya que a veces se suele pasar por la zona la guarderia del Principado.

miércoles, 9 de enero de 2008

LUBINAS A LA BRASA


Después de una jornada de pesca fallida por la zona de Finisterre, ya que la mar estaba como una pota, nos decidimos a darnos un pequeño homenaje, en forma de cena. Visitamos el restaurante "Tira do Cordel", en la misma playa de Langosteira.
Sinceramente, comimos, en mi modesta opinión, la lubina más exquisita de mi vida.
Los proveedores de las mismas, son pescadores de la zona que las llevan al mismo restaurante.
Las lubinas, según nos explicó el cocinero, después de quitarles las visceras, pero no las escamas, las tienen unos días en hielo, para macerarlas y sacarlas al "ruedo", de esta forma según nos explicò el mismo, adquieren una mejor textura para el paladar, evitando ese punto de dureza del pescado recién sacado de la mar.
La elaboración es la siguiente: colocan la lubina entera con sus escamas en la parrila, cubierta completamente de sal gruesa. Una vez dado el punto de parrilla, la sacan y al limpiar la sal, la escama sale también. Las abren tal y como se aprecia en la foto y les limpian las espinas. Finalmente hacen un ligero sofrito de aceite con un toque de vinagre balsámico de módena.
¡Qué exquisitez!