

Sinceramente, comimos, en mi modesta opinión, la lubina más exquisita de mi vida.
Los proveedores de las mismas, son pescadores de la zona que las llevan al mismo restaurante.
Las lubinas, según nos explicó el cocinero, después de quitarles las visceras, pero no las escamas, las tienen unos días en hielo, para macerarlas y sacarlas al "ruedo", de esta forma según nos explicò el mismo, adquieren una mejor textura para el paladar, evitando ese punto de dureza del pescado recién sacado de la mar.
La elaboración es la siguiente: colocan la lubina entera con sus escamas en la parrila, cubierta completamente de sal gruesa. Una vez dado el punto de parrilla, la sacan y al limpiar la sal, la escama sale también. Las abren tal y como se aprecia en la foto y les limpian las espinas. Finalmente hacen un ligero sofrito de aceite con un toque de vinagre balsámico de módena.
¡Qué exquisitez!
2 comentarios:
Conozco ese sabor del que hablas. Sin duda todo un homenaje para el cuerpo que posiblemente me daré éste Sabado en el Tira da Barca (Del mismo dueño) en Muxía.
Un saludo
Que envidia me das Nitro. Tengo muchas ganas de volver por la zona. Buen provecho y gracias por tu comentario.
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